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Khatia Buniatishvili: ¿Es solo postureo al piano?

intérpretes piano Mar 29, 2024

La pianista georgiana Kathia Buniatishvili, entiende la puesta en escena como un todo que va más allá de la música, con vestidos ceñidos y escotados, además de la gestualidad emotiva con la que enfrenta a los clásicos, algo que la hace única.

 

La crítica dividida

 

Lo cierto es que los críticos están divididos, los más ortodoxos muestran su desagrado por las interpretaciones que Buniatishvili hace de los clásicos, afirman que la joven franco-georgiana se toma demasiadas libertades con la interpretación de los clásicos. Y es que esta pianista de gran técnica y carácter volcánico, que realiza los fragmentos complejos con bravura y facilidad, pasa súbitamente al extremo de lo íntimo, de la profundidad emotiva, frenando inusualmente el tempo, la velocidad que indica el compositor en la partitura. Lo cierto es que sume al oyente en un clima embriagador, convirtiendo la audición en una experiencia casi espiritual.

 

Sin duda, no deja indiferente a nadie, y es en esta forma tan expresiva y personal de enfrentar los tempos lentos donde se encuentra su sello más personal y singular, algo que la diferencia de otros pianistas.

 

Una infancia digna de los intérpretes clásicos

 

 

Comienza a estudiar piano con su madre a los 3 años de edad, y a los 6 años ofrece su primer concierto, y desde los 10 ya da conciertos por todo el mundo con orquestas prestigiosas.  

 

Kathia cuando brilla muy especialmente es en los movimientos lentos, donde detiene el tempo y hace que la música resulte sobrecogedora. Mientras muchos virtuosos suben el tempo en una carrera frenética, ella se desmarca y hace de los tempos lentos su marca personal, y ahí, no tiene competencia.

 

Aunque ella comprende que los más puristas del piano no estén de acuerdo con sus interpretaciones, que debería ceñirse al relato historicista, no se ciñe a la obra tal y como la concibe el compositor. Para ella lo primero es “ser sincera consigo misma y mostrar cómo siente el piano”. Tanto es así que la música que ella interpreta ocurre con ella y en ella, rompiendo la perspectiva del compositor en virtud de expresar la emoción del momento. Parece un tanto arriesgado, pero le funciona muy bien.

 

 

Una figura mediática en varios países

 

Además, desde hace unos años, Khatia Buniatishvili es en varios países (sobretodo en Francia) mucho más que una pianista. Es un icono de la moda que ha protagonizado portadas de revistas como 'Paris Match', incluso es 'embajadora' de Cartier, aparece con frecuencia en TV y es una invitada imprescindible en grandes eventos. Se trata de una Marylin Monroe del piano, otros la denominan la Beyoncé del piano. Aunque son muchos los que detienen su mirada en su vestuario, lo cierto es que tanto glamour alcanza su persona que algunos olvidan que al margen de todo el sensacionalismo y la apariencia, Buniatishvili es una de las mejores concertistas y más solicitadas del planeta.

 

Tiene un intelecto cautivador, de niña devoraba libros de filosofía y literatura que no eran propios de su edad. Es una pianista que nos habla de la expresión corporal como parte fundamental en un concierto de piano. Pero cuidado, no se refiere al postureo, y nos cuenta que el gesto ayuda al intérprete a sentir en concordancia, que en muchas ocasiones del gesto nace el sentimiento sincero que necesita emanar del piano. Le ayuda como ella dice, a ser sincera con lo que siente y poder transmitirlo así desde el piano en perfecta armonía. Aunque ello conlleve salirse de la normativa clásica, añadiendo y quitando notas de la partitura original, o cambiando el tempo de una obra hasta el desconcierto.

 

Lo cierto es que detrás de tanto ruido mediático hay una concertista que trabaja hasta la extenuación, con simpatía natural y muy modesta cuando se habla de su talento.

 

 

Ella misma expresa que si todo ese halo mediático sobre su persona le puede ayudar en sus causas sociales, ya sea económicamente o a través de lo que ella representa, de su popularidad pues bienvenido sea. Incluso afirma que si alguien asiste a un concierto por su glamurosa imagen, pues que no le importa en absoluto, porque estos también pagan sus causas benéficas.

  

Lo cierto es que en la era audiovisual, negar que un concierto de piano es algo más que una experiencia sonora, sería faltar a la verdad. Los juicios de valor sobre este tema pueden girar en torno a la norma, sobre lo que debería ser un concierto de música clásica. Para los más puristas por ejemplo, pues el vestuario influye, la interpretación historicista, nada de que el intérprete se tome ciertas libertades para realizar su propia versión sobre una obra clásica.

 

Pero no seré yo quien niegue la realidad, no pretendo abolir la realidad, y tengo muy claro que un concierto de Kathia Buniatishvili es una experiencia audiovisual, el lenguaje corporal dice mucho de los sentimientos que pretende transmitir la pianista, y esto se entremezcla con la música, sin duda alguna. Por no hablar de lo sensual de su puesta en escena… de hecho, suele ser atrevida y fuera de lo común. Los periodistas le sacan partido a esto, y este tema suele ser un punto importante en todas las entrevistas.

 

 

''... no me importa que me comparen con Beyoncé''.

 

Hay que decir que a ella no le molesta en absoluto que la comparen con la Beyoncé del piano, y suele tomarse con humor estos temas. Y es que Kathia Buniatishvili explota su imagen y se presenta de forma atrevida, algo que se ha potenciado con lo que podemos llamar “La era audiovisual”. Los artistas son conscientes de la trascendencia mediática que ofrece la red para aumentar su presencia en los grandes escenarios y comprenden muy bien que se trata de una experiencia audiovisual (y sería absurdo no rendirse ante la evidencia).

 

Por supuesto, que esta imagen de Mega estrella del rock levanta cierto recelo, no solo entre las compañeras de profesión, sino también entre los hombres pianistas que comprenden que este fenómeno de masas que es Khatia, tiene 100 conciertos al año en los mejores escenarios del planeta, tantos como ella se permite. Hablamos de 3 conciertos por semana.

 

Sin duda, Buniatishvili no deja indiferente a nadie, y sabe bien que ser genuina, original, rupturista y hasta cierto punto provocativa, le ha llevado a donde está, como una gran concertista que brilla con luz propia.

 

 

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